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THE GIRL AND THE SPIDER

THE GIRL AND THE SPIDER

 – Por Andrea Rendón

Una de las sorpresas de la programación de la sección Encounters del Festival es la nueva película de los hermanos Ramon y Silvan Zürcher. Con una premisa bastante simple, los directores nos llevan a un departamento en Berlín, en donde Mara y Lisa vivían, pero una de ellas ha decidido vivir sola.

Esta película es elegante y sutil, lleva perfectamente los vaivenes de la vida frente a las historias de los vecinos del apartamento y los inquilinos del edificio. Son como una gran familia que va conviviendo armoniosamente dentro del caos que hay en su vida y el edificio.

Mara (Henriette Confurius) ayuda a Lisa (Liliane Amuat) a mudarse, el departamento se llena de trabajadores y de la madre de Lisa interpretada por Ursina Lardi, quien le ayuda pero a la vez decide coquetear con el reparador del departamento. De repente el sitio se vuelve un lugar con todos los inquilinos tratando de ayudar pero también entorpecen la situación. Se siente sobrecargado el ambiente pero Mara sigue tranquila pese a varios cortes que tiene por accidentes, mantiene la calma y logra salvar a una araña mientras poéticamente, se enamora del ayudante del reparador, pero también parece que tiene un aura magnética frente a todos, aunque muchas veces su presencia desaparezca para ellos.

Las historias de los vecinos se van uniendo como cuentos, uno a uno develan sus intenciones y su pasado, el amor entre ellos aparece y desaparece como un sueño. Una historia curiosa es la de la vecina de la 3ra edad, un gato se pierde siempre y todos ellos tienen la teoría de que el gato en realidad engaña a sus dueños con ella: ¿quién compra comida para gatos si no tiene?

La atmósfera es sutil, todo combina en el diseño de producción: los colores, las escaleras, las herramientas parecen convivir y coexistir entre ellas. Hay dos personajes que entran hacia la mitad de la cinta: dos vecinas. Una de ellas es una persona que vive en la noche y duerme en el día, la fiesta para ella es todo y el día es para cultivar su cuerpo. Particularmente hay unos diálogos que Mara y uno de los niños vecinos tienen sobre ella que causan una extraña sensación de enamoramiento hacia ella, como una oda a lo que ella representa y su tristeza frente a los humanos que la rodean.

Coqueteos, amor, renovación, una araña que teje historias entre ellos y se aparece en la pared, una fiesta y hasta ver por la ventana se convierten en situaciones poéticas gracias a los bellos diálogos de los personajes. Magnética de principio a fin, nada mejor que un buen soundtrack para terminar una película así que la canción Vuela, Vuela.

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LAS 10 FIGURAS DEL 4TO ANIVERSARIO

LAS 10 FIGURAS DEL 4º ANIVERSARIO

 – Por Maximiliano Torres

Cuando los algoritmos y el binge watching le quitan el sentido a la experiencia de descubrir cine, el remedio siempre será la programación de los festivales, muestras y ciclos. Asistir a estos eventos es una cita con tu futuro nuevo director favorito, con la película que te abrirá los ojos, con el actor o la actriz que representará una parte de tu identidad, con el diálogo que citarás para navegar adversidades. La cuarta edición de Árbol Rojo no será la excepción a esta clase de encuentros.

A continuación, una lista de las diez figuras que podrían marcar el antes y después de tus idas al cine. Presenciales y virtuales. 

-Xavier Dolan (Matthias & Maxime)

Ha pasado más de una década desde que el realizador canadiense irrumpió en el cine mundial con su debut Yo maté a mi madre, proclamado como la siguiente promesa de la gran pantalla. Desde entonces es de reconocerse la autenticidad que ha guiado su carrera; rehusándose a ser reclutado por la industria para seguir modas como hacer remakes, dirigir cintas para Disney o dirigir una de súperhéroes. (¿Haber dirigido el videoclip para Hello, de Adele cuenta?)  Como en aquella icónica escena en la que que el protagonista de Mommy empuja los límites de la imagen a cuadro para dejarnos verlo en widescreen, la carrera de Dolan posee todavía ese carácter libre. Para los millennials es referente del melodrama (Los amores imaginarios), la identidad y el deseo queer (Tom en el granero y Lawrence Anyways) o las relaciones madre e hijo (Mommy). Ya sea que lo admiren, difieran de su cine o lo detesten, cada nueva película de Dolan sigue siendo una conversación pendiente a tener. 

– Everardo González (Yermo)

Todas las veces que el cine mexicano estuvo en crisis, el género documental fue su pulso vital. Y Everardo González uno de sus mayores exponentes. Su filmografía es un paseo comprensivo por México en el que hay cultura (La Canción del Pulque), antropología (Los Ladrones Viejos), denuncia social (La Libertad del Diablo), supervivencia (Cuates de Australia) y con Yermo González expande su mirada para explorar la vida en diez desiertos alrededor del mundo. Si sabemos lo que es capaz de hacer en el contexto local, su primera cinta con visión global debe ser algo imperdible.    

– Samuel Kishi (Los Lobos)

Si después de ver una película de Samuel Kishi te preguntas qué es lo que la hace especial, la respuesta puede estar en su fuente de inspiración, que es su propia vida. Su opera prima Somos Mari Pepa fue un retrato de su adolescencia como integrante de una banda punk junto a su hermano menor. Los Lobos, la película que lo trae a la programación de Árbol Rojo, está igualmente hecha de fibras personales. Evoca el viaje que Kishi, su madre y hermano hicieron a Estados Unidos en busca de mejore oportunidades. Impulsada por su recibimiento efusivo en festivales de México y el mundo, Los Lobos tiene pinta de favorita de la audiencia. 

– Tenoch Huerta (Hijo de Monarcas)

Si para estas alturas el nombre de Tenoch Huerta no te es familiar, es momento de que revises tu conexión a Internet. Ya sea participando enérgicamente en la conversación nacional, destacando en cintas mexicanas u obteniendo roles en cintas de Hollywood, el actor mexicano está entre los pocos miembros de la industria que logra mantenerse relevante sin frivolizar su carrera. En Hijo de Monarcas, en donde interpreta a un biólogo mexicano radicado en Nueva York que, debido a un asunto familiar, debe regresar a su tierra natal en Michoacán, convergen algunos de los temas que más le importan al actor y a los que ha dedicado tiempo y espacio en su plataforma: tradiciones, identidad y multiculturalidad. 

– Armando Espitia (Te llevo conmigo)

Hay que mirar hacia varios lados para conocer a la nueva generación de actores mexicanos de los que seguramente estaremos hablando en un futuro. Hay que mirar, sin duda, el trabajo de Armando Espitia en Te llevo conmigo. En la cinta que representó a México (en co-producción con Estados Unidos) en la edición 2020 de Sundance, Espitia interpreta a un aspirante a chef decidido a buscar el sueño americano mientras en México lo añoran su hijo pequeño y un inusitado romance con el hombre que podría ser el amor de su vida. Dirigida por la norteamericana Heidi Ewing (a quienes algunos recordarán por el poderoso documental Jesus Camp), Te llevo conmigo es un diálogo entre países y culturas que no se ve con frecuencia.

– Jasmine Batchelor (The Surrogate)

 La fama de Jasmine Batchelor como actriz de televisión en roles secundarios tiene los días contados. La actriz, productora y escritora ha atraído miradas desde su protagónico en The Surrogate. Una diseñadora web para una organización sin fines de lucro en Brooklyn está encantada de ser la madre sustituta y donante de óvulos de su mejor amigo y su esposo. A las doce semanas de embarazo, una prueba prenatal regresa con resultados inesperados que plantean un dilema moral. Si estás en busca de temas y preguntas difíciles, es aquí. 

– Noémie Merlant (Jumbo)

Estamos frente a una actriz que no está dispuesta a descansar sobre el papel que le inmortalizó. Después de Retrato de una Mujer en Llamas, Noémie Merlant se propone el reto de interpretar a Jeanne, una mujer soltera y tímida que trabaja en un parque de atracciones y termina en una “relación” con uno de sus juegos mecánicos. Hay mucho que digerir en la premisa de Jumbo, sin embargo, Merlant es la indicada para llevarnos a través de esta fábula surreal. 

– Emmanuelle Bercot (Jumbo)

Al centro de Jumbo está una relación madre e hija en la que la gran Emmanuelle Bercot es la mancuerna de Noémie Merlant. Ella es uno de los pocos talentos del cine francés capaz de alternar oficio entre la actuación, la dirección y la escritura. Gran parte de su trabajo ha debutado en el Festival de Cine de Cannes, desde su corto Les Vacances, ganador del Premio del Jurado en 1997, hasta su primer largometraje Clément , los dramas premiados Polisse, que coescribió y protagonizó, así como Mon Roi, lo que le valió el premio a la Mejor Actriz de Cannes 2015.

– Henriette Confurius (The Girl and the Spider)

La joven actriz Henriette Confurius es el corazón (y sistema nervioso) de The Girl and The Spider, la historia de dos roommates cuyas vidas entran en conflicto cuando una de ellas decide mudarse. Contado entre dos departamentos y con los personajes que suelen involucrar una mudanza, este relato de manipulación emocional recae en la actuación de Confurius, una digna heredera de las rommates del terror como las de Mujer soltera busca y Las Reglas de la Atracción. 

– Laura Herrero Garvín (La mami)

Hay que aplaudir la intuición documentalista de Laura Herrero Garvín.

Una noche, la cineasta española quedó de festejar el cumpleaños de una amiga suya a ritmo de salsa en el mítico Barba Azul; uno de los últimos recintos del cabaret de antaño en Ciudad de México. 

Laura fue al baño. Más que una escala técnica, aquello era un llamado a su siguiente destino cinematográfico. Allí vio entrar a varias de las chicas que trabajan en el Barba Azul, quienes le contaban su vida a la señora encargada de los baños a quién le llamaban de cariño “La Mami”. Todas la consultaban y Laura empezó a entender que La Mami era parte fundamental de aquel lugar. Se acercó a ella para preguntarle si podría visitarla para entender este espacio; ella le dijo que regresara el martes a las nueve y el martes a las nueve Laura estaba ahí. El resto es historia. Una historia contada en el fascinante documental La Mami. 

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MATTHIAS & MAXIME

MATTHIAS & MAXIME

 – Por Oralia Torres
@oraleia

El otro día, el actor estadounidense Anthony Mackie dio una declaración desafortunada: comentó que “la idea de que dos hombres fueran amigos y se quieran en 2021 es un problema por la explotación de la homosexualidad”. Es decir, lamenta que no haya historias sobre amistades entre hombres heterosexuales donde se puedan admirar, apreciar y querer sin que haya quienes de inmediato quieran transformar la relación en una romántica. Comienzo con esto porque, aunque esas películas (y series) sí existen, lo que es menos frecuente es encontrar historias de hombres cishetero que cuestionan lo que sienten por sus amigos. 

Matthias et Maxime, la última obra del director quebequés Xavier Dolan, trata justo de eso: la crisis de la masculinidad ante la posibilidad de sentir otro tipo de afecto por un hombre. Si bien desde la década de 1970 – cuando se popularizó la segunda ola feminista – entre mujeres hemos cuestionado y normalizado distintas formas de ser (y de cómo relacionarnos entre nosotras), pareciera que los hombres (hetero) rara vez se cuestionan esos estereotipos y preceptos, y como su base de identidad parte de contrastar con las mujeres, cualquier cosa que les cuestione su masculinidad hetero – sea un color “femenino” en sus productos, sea tener buena higiene, sea mostrarse vulnerables y decir claramente cómo se sienten – es peligroso, aún si están en un contexto donde haya más apertura y aceptación por otro tipo de sexualidad. 

Matthias (Gabriel D’Almeida Freitas) y Maxime (Dolan) son amigos desde niños. El primero es un hombre de negocios exitoso, con una novia comprensiva y guapa; el segundo, un bartender que cuida de su madre alcohólica y que está por mudarse a Australia para encontrar un mejor trabajo. Ambos van a la casa del lago de Rivette (Pier-Luk Funk), un amigo rico en común, a pasar el fin de semana con el resto de sus amigos; para fastidio de todos, la hermana de Rivette, Érika (Camille Felton), también está ahí. Tras perder una apuesta, Matthias y Maxime participan en el cortometraje estudiantil de Érika, y comparten, con muchas reservas, un beso. 

En general, las películas de Dolan exploran distintas facetas de la identidad y cómo sus personajes se relacionan entre sí y evolucionan a partir de cuestionar lo que conocen. En su octava película, presenta cómo cambia la relación y percepción de sí mismos de dos hombres tras compartir algo tan íntimo – y prohibido bajo su aceptación de masculinidad. Une nunca termina de conocerse, y pequeñas crisis pueden detonar la reflexión respecto a si su presente es, de verdad, lo que se quiere; quizás la mayor falla del filme es que batalla en balancear los viajes internos de la pareja protagonista, enfocándose en el que es “tradicionalmente” más masculino – y que, por lo mismo, considera tiene más que perder.  

Como director, Dolan explora una faceta más íntima y cotidiana, regresando al tipo de historias que lo volvieron relevante como realizador: explora las emociones y viajes internos de cada personaje, y hace que las relaciones entre sus personajes se sientan orgánicas, como si, de hecho, llevaran décadas conociéndose. Al explorar la masculinidad desde un punto más “normativo” y cuestionando la base del afecto en las amistades entre hombres, Matthias et Maxime es un punto de reflexión para el director, quien, como sus personajes, cuestiona cuál es el tipo de cine que quiere realizar y hasta dónde quiere llegar.

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Abriendo caminos a la formación

ABRIENDO CAMINOS A LA FORMACIÓN

 – Por Árbol Rojo

En Árbol Rojo nos hemos caracterizado por ser un espacio integral que fomente la convivencia entre personas con el gusto en común por el arte cinematográfico, y desde nuestros inicios hemos buscado conformar un equipo que, desde su visión jovial, puedan aportar al crecimiento colaborativo de este proyecto. Sin embargo queríamos que eso se viera reflejado al exterior, llevándole esta visión también a nuestros públicos y a la gente con la que colaboramos; y fue así como decidimos que el proyecto debía contemplar un espacio para aprendizaje y enseñanza mutua, estableciendo puentes para descentralizar la educación hacia el sureste del país. 

El año pasado fue un momento de reflexión que nos dejó aprendizajes y crecimiento, el cual nos motivó para reformular nuestros alcances y los retos que teníamos en mente, buscando mejores opciones y aprovechando la virtualidad, olvidamos los límites de la geografía para que nuestro proyecto robusteciera en cada una de sus aristas: Exhibición, Producción, Promoción y Formación.  

En esta ocasión queríamos que nuestro cuarto aniversario fuera un agradecimiento para el público y el talento que nos ha apoyado, por lo que preparamos una oferta formativa pensada en las tres líneas básicas del quehacer fílmico: La preparación de las ideas, la elaboración de los productos audiovisuales y la comercialización de éstos. El resultado fue la conformación de tres talleres que buscan que la gente tanto de Quintana Roo, como del resto del país, tengan acceso a espacios educativos guiados por importantes profesionales de la industria fílmica nacional e internacional.  

En primer lugar y con el apoyo de la agencia de comunicación creativa Mantra hemos preparado el TALLER DE INTRODUCCIÓN A LA FOTOGRAFÍA DE PRODUCTO Y DISEÑO DE SET impartido por su coordinador audiovisual, Elias Avilez y la set designer Aura Barbachano, en donde se pretende que el estudiante conozca las herramientas para poder desarrollar una idea creativa desde cero, teniendo en cuenta su planeación y enfocándose en la generación de sets que aporten una ambientación adecuada para un photo shoot de manera profesional, incentivando que jóvenes que estudian carreras artísticas o que simplemente tengan una motivación por desarrollarse de manera creativa, cuenten con bases para ir de la idea a la materialización de un producto visual. 

Este taller es una gran oportunidad para conocer los procesos de conceptualización, y proyección desde la creatividad y funcionalidad que caracterizan a una de las agencias más prestigiosas del sureste de México. 

Hemos decidido hacer este taller en su modalidad presencial los días 3 y 4 de julio, para las personas de Quintana Roo que estén buscando practicar y aprender con expertos en materia. 

De la misma manera y de la mano de la Asociación Civil Kybernus y Pimienta Films hemos preparado el TALLER DE PRODUCCIÓN CINEMATOGRÁFICA con el galardonado productor mexicano Nicolás Celis, en donde se plantea el desarrollo de los estudiantes interesados en conocer los procesos y la elaboración de carpetas de producción de un proyecto audiovisual a partir de una visión tan amplia como la que ha llevado al trabajo de Nicolás a las mejores plataformas del cine en nuestro país y en el extranjero.  

 

Este taller no solamente es una oportunidad para aprender los procesos y claves para la exitosa producción de una película sino que además te ofrece poder compartir el aula virtual con uno de los productores jóvenes más sobresalientes de nuestro país, quien ha trabajado con grandes cineastas como Alfonso Cuarón, Cristina Gallego, Ciro Guerra, Tatiana Huezo, Amat Escalante, entre otros. 

La convocatoria para este taller atrajo cerca de 700 aplicaciones de todo México, de los cuales se les otorgó una beca completa a 50 personas de Quintana Roo y 50 personas del resto del país, quienes del 28 al 30 de junio compartirán conocimientos y experiencias con Nicolás.

Así mismo y gracias al apoyo de la agencia creativa Art Kingdom hemos preparado el TALLER DE CREATIVIDAD PARA EL LANZAMIENTO PROMOCIONAL DE UNA PELÍCULA impartido por Arturo González Alonso, su fundador y CEO. Este taller busca llevar a los estudiantes de la mano por medio de los diversos factores y las herramientas para pensar en el lanzamiento y la promoción de un producto audiovisual en sus diferentes ramas, desde un póster hasta su estrategia de marketing. 

Art Kingdom es una empresa creativa caracterizada por su pensamiento estratégico conectado al arte para lograr el alcance y las experiencias que atraigan a los espectadores. Han trabajado con grandes clientes nacionales e internacionales, lo que les ha permitido que sus procesos y propuestas estén a la vanguardia. 

Este taller es vital para todas aquellas personas que pretendan desarrollarse en el audiovisual o que buscan llevar con éxito una campaña de difusión de una película con los más altares estándares de calidad y teniendo en cuenta cada detalle. Y será impartido el 1 y 2 de julio de manera virtual para que la gente de todo México tenga la oportunidad de ser parte de esta oportunidad invaluable.  

Estamos muy emocionados por tener una oferta formativa que pretende disolver las fronteras, por medio del aprovechamiento de la tecnología y apostando por un acercamiento con los profesionales de la industria audiovisual en nuestro país, intentando promover la idea de que la descentralización educativa es posible por medio de la apertura de espacios fortalecidos por la variedad y la diversidad de la gente. 

Te invitamos a que seas parte de nuestras actividades con las cuales conmemoramos este cuarto aniversario, ya que de la mano con estas actividades tenemos otros espacios de visionado, reflexión y convivencia por medio de una cartelera espectacular, péneles, charlas, Q&A y más. 

“Todos los caminos llevan al sur” es la premisa que nos mueve para que todo México fije su mirada en el sureste como un espacio en donde reverdece y florece la creatividad en forma de nuevos talentos y públicos que buscamos las mismas oportunidades de desarrollo y crecimiento.  

TALLERES ACTUALES

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Conoce nuestra programación

CONOCE NUESTRA PROGRAMACIÓN

 – Por Árbol Rojo

 

En Árbol Rojo nos hemos encargado de realizar un trabajo basado en la colaboración y la diversidad de la colectividad, en donde a lo largo de cuatro años hemos establecido puentes con instituciones y asociaciones que buscan aportarle un espacio más amplio al cine nacional a lo largo y ancho del país. 

Nuestras colaboraciones han sido sumamente fructíferas de las que han surgido espléndidas amistades, conocimientos y experiencias necesarias para transformarnos en un escaparate al sureste de México en donde el cine busca interactuar con otros públicos desde una experiencia que fomenta el crecimiento de la industria en nuestro país y otorga nuevos espacios a los talentos venideros. 

Pepe Ruiloba fue el encargado de la programación, haciendo una apuesta que este año busca generar nuestra propia cartelera enfocada en nuestra idea por la descentralización, concentrándonos en otorgar espacios para narraciones, propuestas y estéticas juveniles, que por medio de relatos universales nos permitan adentrarnos a las realidades resultantes de la contemporaneidad y la globalidad que nos mantiene en una constante interacción.

Es por eso que nuestro catálogo de 11 películas que tenemos planteado para este aniversario busca entender el cine y el sur como una tierra de oportunidades con mucho futuro por delante y con todo un abanico de elementos que le aportan dimensiones poco exploradas. 

Tenemos el gusto de poder incluir algunos títulos de largometrajes nacionales que han tenido gran éxito con la crítica a partir de su gran calidad discursiva. Se trata de “Hijo de Monarcas”. “La Mami», “Yermo” y “Los Lobos”. 

Después de tener su estreno en el FICM 2020, la coproducción estadounidense/ mexicana “Hijo de Monarcas” del director Alexis Gambis tendrá un espacio en nuestra cartelera. La historia protagonizada por Tenoch Huerta Mejia, Alexia Rasmussen, Lázaro Gabino Rodríguez, Noé Hernández, Angélica Aragón, entre otros. Nos cuenta la historia de un biólogo mexicano que reside en Nueva York y que deberá volver a su ciudad natal en Michoacan tras la muerte de su abuela, enfrentándose a traumas y reflexiones entre lo personal y lo espiritual.    

“La Mami” dirigida por Laura Herrero Garvín es un documental que narra la historia de Doña Olga, la encargada del baño de mujeres del mítico Cabaret Barba Azul por medio de un acercamiento intimo a su entorno y quienes lo conforman. Esta largometraje ha estado en múltiples festivales de cine internacionales y nacionales, tales como FICUNAM 2021, y San Sebastián International Film Festival 2020. 

Después de presentarse en múltiples festivales de cine internacionales y nacionales, tales como Ambulante 2020, Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires 2020, entre otros. Incluimos “Yermo” a nuestra programación. Un documental dirigido por Everardo González en donde explora la vida en diez desiertos alrededor del mundo, tratando de entender la cosmovisiones y los acercamientos del hombre con su entorno, reflexionando sobre el concepto de comunidad. Está película es presentada gracias al apoyo invaluable del Municipio de Othón P. Blanco.  

“Los Lobos” dirigida por Samuel Kishi es una pieza que desde una visión infantil nos narra las adversidades de una madre que debe migrar a los Estados Unidos buscando mejores oportunidades para sus hijos, y tratando de cumplir su promesa de ir a Disneyland. Esta cinta fue multipremiada en la edición 35 del FICG y fue galardonada con el Gran Premio del Jurado Internacional en la Generación Kplus en la Berlinale 2020.

Para conmemorar la diversidad hemos incluido algunos filmes que exploran este tema desde una comprensión integral y contemporánea. “Nevrland” y “The Right Girls”.    

 

En alianza con Cuorum Morelia se presentó en el 2019 la película “Nevrland”, en una función presencial en el Centro Cultural Clavijero. Y en esta ocasión nos unimos una vez más para que con el apoyo del Instituto Quintanarroense de la Juventud traemos este filme en su estreno virtual en México. Este largometraje dirigido por Gregor Shmidinger ha pasado por festivales en todo el mundo tales como The Tel Aviv International LGBT Film Festival 2019 y Outfest: Los Angeles Gay & Lesbian Film Festival 2019.  

«The Right Girls” en un documental dirigido por Timothy Wolfer en donde nos lleva a través de las historias de Valentyna, Joanne y Chantal, tres chicas transgénero que deben migrar de El Salvador y Honduras en la “Caravana Migrante” a los Estados Unidos en un trayecto muy emotivo que nos muestra las adversidades a las que se deben enfrentar por conseguir una vida mejor. Este documental ha recorrido el mundo llegando a múltiples festivales de cine internacionales con gran aceptación.   

Tendremos el estreno virtual en México de cuatro filmes internacionales que aportan variedad desde sus apuestas poderosas y novedosas. Los títulos “The Surrogate”, “My Heart Can’t Beat Unless You Tell It To”, “Jumbo” y The girl and the spider”.

El largometraje “The Surrogate” del director Jeremy Hersh, la cual se ha presentado con mucho éxito en festivales de cine como Sao Paulo International Film Festival 2020 y SXSW Film Festival 2020 está protagonizada por Jasmine Batchelor, Chris Perfetti, Sullivan Jones, Brooke Bloom, y cuenta la historia de Jess Harris, una chica que se ofrece a ser madre sustituta donando óvulos a su mejor amigo y esposo, lo cual detonarán un dilema moral que desencadena una prueba en su relación de amistad.   

“My Heart Can’t Beat Unless You Tell It To” es un filme dirigida por Jonathan Cuartas, en donde una relación familiar fuera de lo común tendrá un giro inesperado cuando el miembro más joven necesita consumir sangre humana para sobrevivir. Esta historia de terror ha sido aplaudida por la crítica desde su estreno en el Tribeca Film Festival del 2020. 

De la mano con Casa Hormiga y La Playita Bacalar traemos el estreno virtual nacional de “Jumbo” de la directora Zoé Wittock, en donde desarrolla la historia de Jeanne una chica con una atracción especial con objetos inanimados, abren un vertiginoso dilema sobre el acto de amar. Este largometraje se presentó como parte de la sección World Cinema Dramatic del Sundance Film Festival 2020 y en el programa Generation 14plus de la Berlinale.

En colaboración con Black Canvas FCC traemos el estreno nacional de “The Girl And The Spider” la película ganadora a Mejor Director en la sección en competencia oficial Encounters 2021 de la Berlinale. El filme dirigido por los hermanos Ramon Zürcher y Silvan Zürchernarra narra la historia Lisa una chica que se muda de casa y que a partir de una serie de eventos se van develando abismos y anhelos que desatan una montaña rusa emocional. Cuenta con un elenco conformado por Henriette Confurius, Liliane Amuat, Ursina Lardi, Flurin Giger, André M. Hennicke, Ivan Georgiev. Esta cinta tendrá una función durante octubre en la Cineteca Nacional en el marco de la quinta edición de Black Canvas FCC.   

Y para cerrar con broche de oro, en conjunto con el Festival Internacional de Cine de Los Cabos y Sony Pictures México, tendremos una sesión de clausura presencial en el Bacalar Beach Club el 4 de julio, en donde se proyectará la aclamada película “Te llevo conmigo” de la directora Heidi Ewing estrenada en el Sundance Film Festival del 2020 y teniendo su pre-estreno comercial en nuestro país en el FICM 2020. Esta historia narra el encuentro casual entre dos hombres que desarrollan una relación amorosa pero la ambición, la distancia y la presión social cambiará sus vidas. Cuenta con un elenco conformado por Armando Espitia, Christian Vázquez, Michelle Rodríguez, Ángeles Cruz, Raúl Briones, entre otros.

Sesión de clausura presencial en el Bacalar Beach Club el 4 de julio, en donde se proyectará la aclamada película “Te llevo conmigo”

Para complementar esta programación hemos preparado actividades paralelas. Al día siguiente de la proyección de cada una de las películas contaremos con un Q&A con parte de su elenco y/o crew. Además de paneles y charlas con personajes de la industria nacional e internacional del cine, estos se anunciarán con más detalles próximamente.  

 

“Todos los caminos llevan al sur” es nuestra premisa base que nos recuerda que todo tiene un flujo natural, y que en ocasiones regresar a donde empezamos nos da una nueva idea para apreciar el cine, la experiencia compartida y nuestros entornos. Pensemos al sur como un espacio juvenil que desde su jovialidad nos conecta intergeneracionalmente en la búsqueda de mayor empatía y camaradería con nuestro entorno y quienes lo habitamos. 



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Elegancia en la basura

LA ELEGANCIA EN LA BASURA

 – Por Güero
@omniguero

 

John Waters es uno de los íconos LGBT más grandes en el cine. Mejor conocido por haber creado Hairspray (1988), cinta que se cimenta en la cultura popular gracias a su adaptación a un musical de Broadway, y años después su re-adaptación al cine musical en 2007. Aunque sus aportaciones fílmicas no son todo por lo que John es conocido y reconocido internacionalmente. John Waters es un personaje extravagante y ecléctico, con un porte y una personalidad que ha llevado públicamente de forma intacta durante más de cuatro décadas. 

Su estilo y persona pública es una declaración tanto como sus películas. Una parodia crítica del tabú y la imagen de la comunidad gay en los 70’s y una protesta de la ridiculización y exageración de la misma. John Waters apropia las connotaciones negativas impuestas por la sociedad y las recontextualiza de una forma que causa reflexión sobre las mismas ideologías y las deconstruye para mostrar su ridiculez y falta de fundamento real. No hay mejor ejemplo de esto que en su “trilogía de basura”. 

Para hablar de estas películas primero tenemos que hablar de la fuerza de la naturaleza que fue Divine. “La mujer más hermosa del mundo” y una de las personalidades drag más influyentes de la historia. Divine es tal vez la colaboradora más importante de la carrera de John Waters. Aunque nunca llegó a tener el nivel de éxito en el “mainstream”, Divine es una de las influencias que abrió muchas puertas para que personalidades como RuPaul o Conchita Wurst pudieran llegar al nivel de éxito que han logrado en los últimos años.

El concepto del “camp” también es importante para llegar a entender el trabajo de Divine, John Waters, y muchos de los y las propuestas artísticas de la comunidad LGBT. El “camp” obtiene su primera definición en el diccionario de Oxford en 1909: “ostentoso, exagerado, afectado, teatral; afeminado u homosexual; perteneciente a, característico de los homosexuales”. Aunque el primer uso cultural del concepto florece a partir de la imagen del escritor Oscar Wilde y su estilo flamboyante para la época. Pero no es hasta los 60’s que se cimenta el concepto bajo el ensayo de Susan Sontag “Notes on “Camp”” donde redefine y solidifica el término como una estética de exceso irónico implementado de forma mayoritaria por la comunidad gay. Nadie en la carrera de John Waters comprende mejor el concepto que Divine, por ende, sus colaboraciones trascienden de forma que otras partes de su filmografía no. Ahora si, llegamos a la “trilogía de basura”.

Esta trilogía está conformada por “Pink Flamingos” (1972), “Female Trouble” (1974) y “Desperate Living” (1977), la tercera siendo la única en la que no participa Divine. En este texto no ahondamos en las tramas y en las películas de forma individual, si no en la corriente conceptual sólida detrás de ellas. Tomando en cuenta el “camp”. John Waters crea tres experiencias extremas en estética, contenido y mal gusto. Aquí es donde entra el título y rolan los créditos. 

Estas películas llevan situaciones y personajes completamente fársicos a los extremos más extremos. Son ridículas, inverosímiles, violentas, exageradas, y en total, de muy mal gusto. “Camp” absoluto. Lo que separa la obra de John Waters de otros maestros del mal gusto como llegaron a ser Sam Raimi o Peter Jackson al principio de su carrera, es su concepción y uso del concepto. John Waters plasma el tabú y la visión retrógrada de la sociedad del momento con una lealtad brutal. No es que se le ocurran mil porquerías de la nada, simplemente toma lo que los demás piensan y dicen y lo pone en un espejo fílmico para ver si las ideas se sostienen. Se apropia de todo lo negativo, lo pone de cabeza, lo recontextualiza y encara a la oposición con su propia ideología errada. Es una actitud de protesta brutal que aplica algo como “al cliente lo que pida”. 

Divine nos muestra esto mejor que nadie. Sus personajes son horribles, espantosos, lo peor de lo peor. Pero es solo un reflejo de cómo es percibida en la sociedad. Si creen que alguien es un subhumano asqueroso solo por vestirse como mujer y maquillarse, entonces les damos un subhumano asqueroso que se viste como mujer y se maquilla para mostrar cómo realmente se ve, teniendo un punto de comparación con la realidad. Al final sus películas nos dan la clara conclusión que lo que vemos ahí, el retrato que pinta el racismo, la homofobia y xenofobia extrema, es muy diferente y totalmente separado de la realidad. 

John Waters nos da caricaturas grotescas para desmentir las ideas que encapsulan la represión y opresión de la comunidad LGBT, siendo al mismo tiempo una celebración y una fiesta absoluta de la misma. Empodera a la gente enfrente y detrás de cámara, al igual que al espectador. Todos somos partícipes de la locura. He ahí la elegancia en la basura. 

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La compasión ante el dolor

LA COMPASIÓN ANTE EL DOLOR

 – Por Mauricio Orozco
@eralvy 

 

Japón tiene una gran historia con respecto al cine, fue uno de los primeros países que introdujo el cinematógrafo pocos años después de su invención y fue muy prolifero en su uso, tratando de encontrar nuevas convenciones y experimentar con algo novedoso, para ese momento. Desgraciadamente muchos de los primeros materiales filmados se perdieron entre el terremoto de Kanto de 1923 y los bombardeos de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. 

El legado que se ha generado a partir de estos eventos ha sido una apuesta a replantearse el futuro del cine y han encontrado la manera de hacer frente a industrias establecidas, como Hollywood, apostándole a fomentar el pensamiento oriental a partir de productos de consumo cultural como la animación.  

Se habla de que la primera película japonesa de animación conservada en su totalidad data de 1945, un vistazo a lo que Japón tenía en mente para este medio llamativo y que seguía las bases del arte pictórico que enaltece a aquel país, sin embargo debido a la ocupación estadounidense que se mantuvo hasta principios de los 50, establecieron un cambio en los procesos culturales por medio de una colonización mediática que de alguna manera quería volver todo similar a lo que en ese momento era el hito de la animación: Walt Disney. 

A partir de la salida de las fuerzas estadounidenses, hay una gran apuesta por las industrias culturales buscando reivindicar su legado y por medio de incrementar los espacios para la creación de animación, es ahí cuando surge Toei, Mushi Nihon Dōga y otras empresas como dijo el pionero del manga y del anime, Tezuka Osamu: “Nosotros no hacemos animación, hacemos anime”.

 

Gracias a esto la historia se ha escrito favorablemente para los estudios japoneses con una racha poderosa que ha permitido una distribución mundial de sus productos más conocidos, tanto mangas, series o películas, y con la globalización que ha permitido una virtualización y fuerte conexión sin fronteras, hemos visto cómo con los años son cada vez más las apuestas que se hacen por el cine oriental y, específicamente, por el anime. 

Hoy esta industria es también un semillero de creadores, de productos de alta calidad, de nuevas apuestas narrativas y un constante rompimiento de esquemas por medio de procesos de animación que se superan, no en imitar o acercarse a la realidad, sino en aprovechar esas ventajas que el universo animado nos permite para modificarla .

Actualmente estamos en un momento maravilloso en donde el anime ha tomado un valor extra en el imaginario colectivo y nos hemos permitido entender de otras maneras una caricatura de nuestra realidad. Un ejemplo claro es el manga Kimetsu no Yaiba (Demon Slayer) de Koyoharu Gotōge, quien de la mano del estudio Ufotable lo llevó a un anime para el 2019 (el cual a nivel internacional se ha distribuido por varias plataformas, entre ellas Netflix), y en 2020 se adaptó a un largometraje animado, y se ha posiciona como la película más taquillera de la historia de Japón rompiendo récords de taquillas en varios países. 

A mi parecer hay dos vertientes importantes que nos dan la pista del porqué del éxito de este producto: Por un lado la historia y su aplicación en la animación, y por el otro al maravilloso manejo mediático y las alianzas que han permitido su internacionalización. 

Demon Slayer es un anime que plantea un universo en donde los humanos debemos convivir con demonios nocturnos que atacan a la gente para satisfacer sus instintos más básicos, pero que al final son víctimas de una maldición que los hace actuar así. La historia se centra en Tanjiro Kamado un chico que a pesar de las adversidades de su realidad trata de poner siempre una actitud positiva para ayudar a su familia; lo más importante que tiene. Hasta que un día un demonio ataca su casa, dejándole a su hermana y a él huérfanos, sin embargo su hermana fue infectada por la sangre del demonio que los atacó y se vuelve víctima de la mencionada maldición, y aunque se niega a actuar como uno, Tanjiro buscará a toda costa la forma de revertir el estado de su hermana. 

La sinopsis podría sonar un tanto repetitiva, ya que hemos visto montones de películas y series en donde un hermano tiene que dar todo por su familiar, pero esta historia se presenta como una poderosa metáfora de la convivencia, comprensión y compasión para con el otro. 

Es una profunda oda al pensamiento oriental centrándose en la empatía, al amor familiar, a los amigos y a la confianza de que todo estará mejor, en donde los valores de la colectividad se van desenvolviendo de tal forma que cada capítulo es una poderosa fabula que nos deja una moraleja que aplica en la universalidad, partiendo de un principio nuclear: ¿Qué es lo que nos vuelve realmente humanos? 

Personalmente hace mucho tiempo que no veía una serie con tanta emotividad que nos ayudara a gestar una reflexión desde la propia construcción y relación entre sus personajes. Tanjiro deja el alma y el cuerpo en el campo de batalla, está cansado de ver la muerte de gente inocente a manos de los deseos de poder de unos cuantos. Pero al mismo tiempo es un ser pleno, lleno de afecto y determinación que actúa con amor, comprensión, empatía y compasión. Es un personaje que se adentra en lo que podría ser un bosquejo del humano utópico, aquel que se piensa, se conecta y se esfuerza por entender su entorno y al otro; y es desde ahí que los demás personajes son contraposiciones a él que van aprendiendo sobre sus propias capacidades para ser mejores. 

 

La historia va de la mano con un híbrido excepcional entre animación 2D y 3D que propulsan las acciones y las vuelven sumamente limpias, pero también tratando de mantener la lógica del anime, en donde la realidad es una en donde todo es posible. La animación de las batallas se vuelven un ballet perfectamente cronometrado, con tanta fluidez que se abraza de todas las emociones posibles que pueda causar en poco tiempo para propulsar al espectador a una experiencia fuera de la pantalla, ya que cada capítulo es una montaña rusa de emociones que va entre lo más emotivo hasta lo más perturbador, y se ve reflejada en la libertad en que se maneja el tiempo y las voces interiores de cada personaje.

 

Sin duda es imposible no identificar referentes que se mantienen presentes, como la relación de hermanos que nos recuerda a Hotaru no Haka (La tumba de las luciérnagas), o a los hermanos Elric de Hagane no Renkinjutsushi (Fullmetal Alchemist), e invariablemente podemos percibir los predicamentos de poder y el ritmo de la animación que pareciera hacer homenaje a Akira (Akira) o la filmografía de Estudio Ghibli.

Es esta mezcla entre una potente narrativa que parte de un cuestionamiento existencialista y humanista con la animación de un nivel de desarrollo de la más alta calidad lo que han permitido que se pueda comercializar de una manera tan efectiva a nivel mundial, ya que es un producto que aunque tiene violencia explícita, no se siente un espectáculo de la misma, sino una reflexión frente al acto de matar, morir, vivir y sobrevivir.  

Demon Slayer es un gran ejemplo que ha sabido aprovechar los múltiples niveles de desarrollo multimedia por medio de la conexión entre un manga, una serie y una película que se sienten como un producto único y que sobre todo propulsa un manejo mediático y mercantil al puro estilo de Disney, con la diferencia que la calidad de sus discursos tienen diferencias abismales.  

La serie la puedes encontrar en Netflix y la película todavía se encuentra en cartelera de salas comerciales de gran parte de México. Sin duda la recomiendo con gran fervor para disfrutar de un anime puro y sin pretensiones, que te abraza en este momento de distanciamiento social.

*Todas las imágenes son propiedad de Ufotable Studios

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Todos los caminos llevan a… ROMA

TODOS LOS CAMINOS LLEVAN A … ROMA

 – Por Mauricio Orozco
@eralvy 

 

Cuando pensamos en el cine como una expresión artística, antes que un entretenimiento o medio masivo de comunicación, nos hemos centrado en el valor figurativo que se le da a una pieza en su contexto particular o a una sola persona que se lleva el mérito por ser quien lleva el proyecto, pero es prudente recordar que el cine es un arte colaborativo que se va entretejiendo con los aportes y la diversidad de las visiones que se plantean en esa colectividad. 

Hace ya una decena de años atrás el arte era considerado de las altas esferas y de su entendimiento exquisito para unos cuantos, sin embargo cuando Marcel Duchamp y todo un grupo de creativos cuestionaron esas formas, se dieron cuenta que el arte no consistía en la pieza, no era solamente la técnica utilizada, ni era una convención divina que nos volvía creyentes de ídolos banales, sino que era el efecto del rompimiento y la transgresión, era la necesidad del hombre por resignificarse frente a un objeto intencionado “creado” por el mismo hombre; sea un mingitorio, un mural de 20 metros de alto o una película sobre una trabajadora doméstica. El arte se emancipa de la idea de la belleza etérea y nos devuelve la visión a nuestros adentros, de tal forma que la idea del arte según Duchamp: “toda obra humana es arte”. 

Me gusta partir desde un terreno dadaísta hacía mi comprensión del arte porque desde infantes creamos, imaginamos cosas que se escapan de la realidad en la que habitamos, pero parte de ésta para ser modificada. Todos hicimos el dibujo de una bestia inexistente, todos creamos melodías de la nada, todos sentimos algo al bailar o al estar frente a una edificación llamativa. Ésa es la potencia creativa que se va desarrollando entre nuestra memoria y la imaginación, la que nos mantiene produciendo cuestionamientos constantes a manera de productos de consumo cultural. 

 

Pero ¿qué sucede cuando nos vemos reflejados en una memoria en la que no existimos? ¿Qué ocurre cuando somos viajeros a una realidad alterna, con la que creamos conexiones desde nuestra individualidad?

“Roma” (2018) es una película dirigida por Alfonso Cuarón, uno de los directores más emblemáticos que ha dado nuestro país por su visión, con la que transforma la realidad para crear un paréntesis en el cauce natural del tiempo, pero también porque esa visión lo ha llevado a latitudes inimaginables, en donde el discurso de la cotidianidad mexicana se esparció encontrando su valor en lo universal y humanista de su premisa. La cinta ha sido vanagloriada en todo el mundo, por su gran poder narrativo y su fuerza estética, y ahí es donde toma una relevancia poderosa.

Estamos hablando de una película mexicana que se gesta desde el pasado vivencial del director, lo cual nos remite a la ciudad que le vio nacer; y es gracias al trabajo de sus productores, fotógrafos, diseñadores de arte, actores, actrices y todo un equipo comprometido con una historia que se centra en lo que nos vuelve mexicanos, lo que le dio ese lugar tan importante en la valoración tanto de la crítica especializada como del público en general. 

“Roma” no pretende ser una historia de clases, ni centrarse en la vida de una empleada del hogar, no es un retrato de México décadas atrás. “Roma” es un fragmento de memoria colectiva, un espacio de convergencia de sentimientos en común, es un pretexto para imaginar entre todas y todos nuestra realidad desde otro punto de vista y para eso no basta contar la historia de Cleo desde la base biográfica del director, sino generar una sinergia entre las diferentes mentes que aportan la vitalidad del imaginario colectivo y así entender que se trata de una película que nos invita a retroceder en el tiempo para vernos en el pasado y cómo hemos trabajado en la actualización de esa memoria grupal. 

Es así que nos adentramos con mucha libertad y sentimos que somos parte de esa historia ajena a nosotros, pero a la vez tan cercana debido a su alto grado de reflejo de la realidad y empatía con los personajes que vemos en pantalla. Así podemos seguir los pasos de Roberto Rossellini o de Vittorio de Sica, de quienes entendemos el cine como un principio de unidad en donde convergen los sentires de quienes hacen y de quienes vemos la película, y que también siguen aquellos pronunciamientos de Tarkovsky en donde el cine es un espacio de conservación y edificación del tiempo que parte del arte de imaginar y crear.     

Por ello el papel de un productor es necesario, ya que es quien ve todos los caminos y las mejores opciones para que esa idea etérea que tiene el cineasta se pueda materializar y así darle vida tal y como esa realidad ha sido propuesta. Un productor es aquel que le permite movilidad a cada uno de los miembros del equipo para aportar desde lo personal, pero a sabiendas de que eres participe de algo más grande. Un productor se encarga de que los sueños se cumplan. 

El trabajo de Nicolás Celis es un gran ejemplo de esto, ya que en las cintas que ha colaborado existe este valor compartido que va mostrándonos un entendimiento del cine como un espacio que nos permite transportarnos a otros universos, respetando y promoviendo la reflexión sobre nuestras sociedades, nuestra identidad y la diversidad con la que nos formulamos en lo colectivo. 

Tiene una visión que rompen los esquemas y las limitaciones geográficas, de tal forma que se ha podido replantear el status quo dentro y fuera del cine mismo. Prueba de ello son estos impecables proyectos: Como cuando Tatiana Huezo en “Tempestad» (2016) nos introduce a una realidad llena de dolor y carencias pero lo contrapone con la dignidad y la resistencia. Amat Escalante con “Heli” (2013) nos lleva al dolor de la violencia y el narcotráfico pero lo contrasta con el valor de la familia y de la unidad civil. Cristina Gallego y Ciro Guerra en “Pájaros de Verano” (2018), nos introducen a la represión de los pueblos indígenas colombianos por el ascenso del narcotráfico pero lo resiste por medio de la cultura, las tradiciones y el lazo empático con los demás. 

En “Roma”, la presencia de Nicolás permite algo más. Se crea una burbuja impecable que permite la libertad total de un equipo creativo que se centra en contar la historia de Cuarón, pero también protege la individualidad frente a un camino en donde las problemáticas se hicieron presentes pero invisibles frente al ojo del espectador, aprovechando los detalles para volver a la cinta memorable. 

Por muchos motivos diferentes podrá gustarnos o no, pero no podemos dejar de lado el gran trabajo de producción que permitió que se llevaran a cabo con meticulosidad las metáforas, parábolas y reflexiones visuales que nos alientan a cuestionar nuestra existencia dentro y fuera del cine.   

En pocas palabras el trabajo de Nicolás Celis ha consistido en que el cine en el que trabaja sea una alegoría que pretende la reflexión y el recordatorio que dentro de todo lo obscuro de un entorno, hay un halo de luz que nos ayuda a cambiar.

En nombre de Árbol Rojo, Asociación Civil Kibernus y Pimienta Films te invitamos a que seas parte de este valioso taller de producción cinematográfica que tendremos con Nicolás Celis, en donde nos guiará en el proceso para generar la elaboración de carpetas para cine, y a partir de su experiencia nos ofrecerá un compendio integral para elegir proyectos, realizarlos y generar un alcance poderoso, como lo ha hecho con su trabajo mencionado y con una larga lista filmográfica que lo respalda tanto en México como en el extranjero.

Este taller se llevará a cabo del 28 al 30 de junio del 2021 de manera virtual con un quórum de 100 personas (50 de Quintana Roo y 50 del resto del país). 

Si quieres ser parte de este evento puedes encontrar la convocatoria y realizar tu inscripción en el siguiente enlace: https://www.arbolrojocine.com/formacion/

Nicolás Celis, productor de películas como Roma, Tempestad y Pájaros de verano

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Enseñar a imaginar

Enseñar a imaginar

ENSEÑAR A IMAGINAR

 – Por Mauricio Orozco

Cuando pensamos en nuestros profesores y profesoras, normalmente nos imaginamos las aulas en las que pasamos gran parte de nuestras vidas y en donde tuvimos experiencias inolvidables . La propia palabra “profesor” nos remite a una autoridad académica que “sabe más que nosotros” y que nos instruirá sobre algún elemento que nos ayudará a lidiar con la vida en diferentes niveles. Sin embargo la actividad de enseñanza se ha ampliado radicalmente con los años, gracias a los cambios en nuestros procesos de aprendizaje y nuestros hábitos de consumo, pero principalmente a nuestros deseos naturales por compartir nuestro conocimiento con los demás.

La labor de un profesor no se debe limita a “educar”, debe ir más allá de esa figura plana que cumple como mediador entre el conocimiento y los que desean conocer. Debe ser un guía que aprende junto a su alumnado, porque es un proceso recíproco que no termina nunca y que, invita a descentralizar esa palabra, “profesor”, para sacarlo de las aulas tradicionales.

En mi experiencia particular he dedicado una decena de años estudiando el cine desde lo más básico hasta niveles que aún me siguen sorprendiendo, y fue gracias a eso donde me di cuenta que el arte es más que un pasatiempo, más que un medio de encuentro, más que un mero acto.

A partir de este acercamiento con el arte, desde una revisión y comprensión novedosa, me encontré explicaciones del mismo que se asemejaban más hacia actos filosóficos que audiovisuales. Eso me llenó de mucha ilusión, porque comencé a valorar los grandes clásicos del cine como aquellos poderosos momentos de creación en donde los autores de esas piezas seguro habían llegado a planteamientos que el espectador común no nota, como si viniesen encriptados para de esa forma develar secretos ante los ojos más sensibles y críticos. 

Llevo cinco años como docente de diferentes áreas del cine y el arte, y me he desarrollado como un fervoroso creyente de que el conocimiento está en todos lados y que no hay una limitante que le robe la originalidad a la creación, por el simple hecho de que una pieza de arte es el cúmulo de todas aquellas breves reflexiones que se abren frente al cuestionamiento directo y empírico. Por ello es que este texto lo dedico a todas y a todos aquellos personajes que no necesariamente tuvieron que estar parados frente a un salón de clases, sino que hicieron de la pantalla de cine una pizarra interactiva con la que podemos aprender alimentados de la imaginación y el deseo. 

Esto es un agradecimiento para quienes han hecho del cine una pantalla de enseñanza, que la han convertido en un medio de interacción que desdibuja las limitaciones del sistema educativo y las propulsa a manera de nuevas metodologías de enseñanza sobre la vida misma. Personalmente no logro imaginar un mundo en el que el cine no pueda ser un escaparate de conocimiento, por medio de un desarrollo tan libre que logra que afloren experiencias que no encontramos en las ciencias exactas, o que vienen limitadas en las ciencias sociales. 

Convirtamos esto en un reconocimiento a la hermosa manera en que Agnès Varda nos invitó a repensar nuestra forma de mirar la cotidianidad, esa manera revolucionaría en otorgarle intimidad a la cámara para explorar nuestras relaciones. Va dedicado a los personajes de Federico Fellini que nos enseñaron que la diversidad social es el fruto de la amplitud de un grupo de personas que se complementan desde sus aflicciones y dolores. Es un agradecimiento a la lucidez con la que Carl Th. Dreyer logró plasmar su existencialismo religioso a partir de alegorías. Damos una ovación a la exploración de la cotidianidad desde el imaginario de Lucrecia Martel que nos devolvió la esperanza en la descentralización de historias homogéneas. Visualizo lo insípido de no poder explorar el mundo sin revisar las fracturas sociales en las viñetas crudas de Arturo Ripstein o en las enternecedoras relaciones que se gestan en las películas de Claire Denis. Me cuesta pensar en no tener un cine que te enseñe a entender tus propias emociones como lo hace Wong Kar Wai o Sofia Coppola con sus historias universales y sus personajes llenos de complejidad. 

Celebremos a aquellas personas que se han vuelto los cánones de una industria, enfoquémonos en aplaudir el trabajo de cineastas que emergen y llenan la pantalla con su juventud y sus reconversiones que permiten un proceso evolutivo del modo en que pensamos.

La enseñanza ya no se limita a un salón de clases con una pizarra al frente, se ha extendido a todas aquellas plataformas que nos van develando universos ajenos que permiten comprensión, empatía, desarrollo de emociones y sobre todo un placer por nunca perder el deseo de explorar. Es ahí donde el arte cumple un papel importante en nuestra interacción con el mundo, y en donde yo he sabido encontrar otro tipo de materiales de enseñanza y personajes, que quizás nunca conoceré en persona, pero que les considero como mis grandes guías de vida.

Ésta es mi carta de amor a toda esa devoción materializada en imágenes y sonidos para los personajes que han hecho de la pantalla una experiencia estudiantil, ya que el mejor homenaje que podemos hacer a sus formas y productos de enseñanza es tratar de incorporar aquello que nos alude a mejorar en lo individual para ser parte de ese grupo más amplio que llamamos sociedad, por medio de proyecciones metafóricas que motivan esos deseos de aprehensión, incluso en los momentos de tan poca estabilidad colectiva.

Muchas gracias a todas y a todos los que hacen del cine una extensión deseosa de nuestra necesidad por aprender y conocer.

Muchas gracias grandes maestras y maestros por hacer del cine un salón de clases.

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A propósito de Ripstein

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A PROPÓSITO DE RIPSTEIN

 – Por Nallely García
@eco_salvaje

A propósito de Ripstein hablemos del deseo, la moral, la miseria y la perversión. 

Primero, despidámonos de la falsa moralidad que es más peligrosa que el mal que descalifica. Estemos dispuestos a abrirnos a nuestros deseos reprimidos y mirar la actitud de los personajes como un posible reflejo de nuestro interior. Hablemos de lo innombrable, de la obscuridad que habita en cada uno de nosotros y dejemos que el cine de Arturo Ripstein nos guíe con su honestidad, la desgarradora realidad que su cine revela. 

Como en el laberinto de Octavo Paz, Ripstein arma un rompecabezas a lo largo de su obra, desarticulando en varias piezas la idiosincracia mexicana, enfatizando las contradicciones sociales; sin caer en la pornomiseria, que retrata al espectador una realidad “lejana” a la suya, incentivando al prejuicio y volviendo objeto de consumo la precariedad del otro. Ripstein nos adentra en contextos ordinarios, con personajes comunes, víctimas de sí mismos que alcanzan un destino trágico por el descontrol o la opresión de sus instintos naturales. Algunos, prisioneros de una inalcanzable “estabilidad”; estancados entre el falso privilegio y la incapacidad del desarrollo, y otros sobreviviendo con la mayor dignidad que se les permite. 

Gabriel (El Castillo de la Pureza, 1972) es ejemplo de la moral descoyuntada del ser humano y el peligro de sentirse con derecho sobre la vida del otro. Gabriel, con la justificación de proteger a su familia de la perdición social, los priva de contacto con el exterior durante 18 años, adoctrinándolos con una estricta rectitud ética, que oculta su propia depravación. Gabriel, es la contradicción del hombre en toda su extensión, a diferencia de lo que dicta a su familia es : mentiroso, misógino y perverso; la somete a lograr el camino de “pureza” que él no ha podido alcanzar y con la mínima “desviación” de este camino, descarga su ira sobre ellos. 

Matea (La viuda negra, 1977) despierta los prejuicios de un pueblo pequeño, que recela su llegada y su relación con el cura del pueblo. El pueblo, recurrente personaje de Ripstein, advierte el riesgo de la presión social y el catastrófico fin del individuo en quien recae el juicio colectivo. Matea simboliza lo desconocido, amenazando las formas preestablecidas del pueblo, quien percibe como adversario a cualquiera que no sea un arquetipo de su realidad; llegando a altos niveles de violencia para garantizar su status quo. Matea es sometida a violencia física, pero sobre todo psicológica, desencadenando con la muerte del cura que la protege, y la cordura de ella.

Don Alejo (El lugar sin límites 1978) gobernador del pueblo, es una prueba de la dictadura perfecta mexicana, nombrada por Vargas Llosa en los 90’s; camuflado totalitarismo e hipócrita democracia, que evita la rebelión y garantiza su permanencia por su aparente consideración a los individuos del pueblo. Timando a los pobladores con la ilusión de seguridad y atención, los deja vulnerables a su violenta realidad. Pancho, prisionero de su propio atavismo y del pueblo, termina descargando su frustración y deseos reprimidos en La Manuela, que le despierta su verdadera naturaleza. El pueblo, legitima la violencia de Pancho a través de su indiferencia e incentiva el sistema de opresión, dominando al otro antes que a uno mismo.

Coral y Nicolás (Profundo Carmesí, 1996) a diferencia de los demás personajes no huyen de sus deseos y sacian su obsesión a costa de lo que sea. Personajes comunes con una vida tolerable pero insatisfecha; se vuelven cómplices en el progresivo descontrol de sus deseos descoyuntados. Nicolás, incentivado por la vanidad y el dinero, engaña a mujeres solas en busca de compañía; en el camino se encuentra a Coral, quien a cambio de la aceptación y permanencia de Nicolas, tolera sus transgresiones al extremo de excederlas para asegurar su “amor”. Ambos pierden completamente la perspectiva, normalizando la violencia a sus crecientes víctimas; siendo la complicidad su único y más fuerte lazo de unión. 

Su obra es directa, fuerte y lista para expresar los dolores humanos. Arturo Ripstein hurga en la miseria social, poniendo rostro y nombre a la decadencia moral; sin ningún tapujo explora las perversiones de sus personajes, llevándolos a lo más bajo de sus instintos naturales y con una mirada ni compasiva ni punitiva, muestra la crudeza de la realidad de la que todos somos parte. 

Ilustraciones de @eco_salvaje 

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