– por Joshua Solana

Durante el rodaje de Lo Imposible (2012), el director J. A. Bayona habría de encontrar confort y consuelo en un libro escrito por Pablo Vierci el cual hablaba, de una manera poco convencional, sobre el accidente ocurrido en Los Andes en 1973, conocido popularmente como El Milagro De Los Andes. Aquel libro, titulado La Sociedad de la Nieve, le sirvió al director como alimento para el alma, pues años más tarde lo describiría como un libro filosófico y espiritual con el cual logró afrontar la difícil travesía que fue el rodaje de su segunda película. Terminado el rodaje de ésta, Bayona compró los derechos del libro para llevarlo a la pantalla grande, un sueño que le tomaría más de una década realizar.

El sueño de contar una historia sorprendente, le tomaría a J. A. Bayona alrededor de 12 años.

El libro de Vierci se destaca al relatar de manera cercana a los supervivientes los 71 días que pasaron atrapados dentro de la cordillera de los Andes, expuestos a un clima extremo y a decisiones sumamente difíciles como la de recurrir a la antropofagia para sobrevivir o la de recorrer la cordillera en busca de ayuda. Pablo Vierci conocía a los supervivientes aún antes de que éstos fueran conocidos mundialmente por el accidente, por lo que esta historia no le era completamente ajena. Con entrevistas a sus amigos y a familiares de los no supervivientes, Vierci escribe un libro sumamente empático con las víctimas, dejando de lado el sensacionalismo con el que la historia suele contarse y también enfocándose en las personas que no llegaron a sobrevivir, usualmente enterradas sobre la historia de los que sí lo hicieron. Todos estos elementos hicieron que J. A. Bayona viera en el libro una historia de fraternidad y colectividad, pues, como el nombre lo indica, los sobrevivientes tuvieron que crear una sociedad en la que se necesitó de todos (hasta de los fallecidos) para poder vivir.

Pero el director no la tuvo fácil. Aún con el éxito que fue Lo Imposible, ninguna productora quiso financiar La Sociedad de La Nieve, Hollywood no estaba muy contento con la idea de realizar una película de habla no inglesa y con actores desconocidos. Cuenta Bayona que le tomó muchos años y reuniones conseguir financiamiento, incluso llegó a considerar la idea de irse por la vía independiente y autofinanciar la película. Pero el director sabía que necesitaba conseguir un financiamiento digno para poder contar la historia como merecía ser contada, pues J. A. había tomado la decisión de grabar en los Andes, en el lugar del accidente, así como en España en Sierra Nevada, a más de 3 mil metros de altura. Fue gracias a Netflix que el financiamiento se consolidó y 12 años después hemos podido presenciar la historia tal como el director la había soñado. 

Y la película de J. A. Bayona ha estado a la altura, pues el director tomó decisiones fundamentales para que el espectador pudiera comprender la importancia de cada una de las personas que vivió aquel accidente. Desde poner como personaje principal a un no superviviente, hasta la puesta en cámara que se toma el tiempo con cada personaje, el director va alimentando ese interés del público por conocer a sus personajes, de empatizar con ellos y de preocuparnos junto a ellos.

Desde el guion hasta la puesta en cámara, J. A. Bayona decide darle protagonismo a cada superviviente.

Es de destacar el compromiso que cada departamento tomó para con la película, los actores bajaron más de 20 kilos en una dieta estricta para poder representar de manera fidedigna las consecuencias de pasar 71 días en la nieve. Los maquillistas estudiaron por muchos meses las consecuencias de exponer la piel a temperaturas tan bajas y el rodaje se hizo cronológicamente para que tanto el peso de los actores como el maquillaje de sus heridas fuera evolucionando de manera gradual. También, el departamento de diseño de producción se las vio duras, pues tuvieron que recrear 5 veces la cabina del Fairchild Hiller en el que viajaban los personajes, así como el transportar dos de éstos a las altas montañas de Sierra Nevada. Todos esto contribuyó a que la película tuviera un gran impacto en el que la viera, siendo aclamada por el público como por la crítica, pues es la tercera película más galardonada en la historia de los premios goya, estuvo nominada a mejor película internacional en los Globos de Oro así como en los Oscars y ahora se perfila como la favorita para ganar el premio Platino a Mejor Película Iberoamericana De Ficción. 

Todos los departamentos se comprometieron en llevar a la ficción uno de los accidentes más conocidos mundialmente.

Sin duda estamos ante la mejor película de J. A. Bayona hasta el momento, una cinta que por momentos es cruda y fría como una noche en los Andes, pero que encuentra dentro de la colectividad, el compañerismo y la comunidad la calidez necesaria para que los personajes logren seguir adelante, recordando y agradeciendo a aquellos que no sobrevivieron pero que fueron fundamentales para la supervivencia de los otros. El puesto de dirección no es más que la decisión de dónde poner la mirada, en qué enfocar la cámara y qué transmitir al espectador y sin lugar a dudas, J. A. Bayona ha dado justo en el clavo, pues donde otros podrían encontrar una historia de heroísmo sobre unos cuantos o de sensacionalismo, el director decide mostrar la historia de un colectivo que hizo lo imposible para sobrevivir, así como él que hizo hasta lo imposible para contar la historia de cada una de las 45 personas a bordo del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya. 

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