Adolfo es el horrible cactus que Hugo sostiene en la mano mientras el último camión se va sin él. Lo único que su padre dejó escrito en su nota de suicidio fue lo siguiente: “Encuentra un nuevo hogar para Adolfo”

El próximo camión sale hasta las seis de la mañana y el plan de Hugo es esperar la noche en tera con sus cactus en ese solitario parabús, pero todo rápidamente cambia cuando conoce a Momo, la chica disfrazada de aviador parada sobre una patineta con alitas de cartón, que le lanza su encendedor desde el parabús opuesto al suyo. 

Hugo pronto descubre que ella, aunque lo esconde mejor, también está pasando el peor día de su vida. Momo acaba de salir de rehabilitación y está intentando no recaer en su adicción durante su primera anoche fuera. 

Con tal de evadir sus problemas y evitar quedarse solos, Hugo y Momo emprenden juntos la misión de encontrar un nuevo hogar para Adolfo, el cactus más feo del mundo.