LA LLORONA:

Los horrores del dolor.

 – Por Mauricio Orozco
@Eralvy

Se nos ha dicho en muchas ocasiones que el cine no cambia la realidad, sin embargo cuando revisamos la historia de este medio artístico, nos damos cuenta que el cine sí es una ventana que nos puede acercar a otras realidades, y que al acercarnos a ellas nos llena de nuevos conocimientos y cuestionamientos. Hay directores que con su trabajo demuestran que el cine cambia la realidad justo como cualquier otro medio de comunicación, por medio de una conexión universal, pero que a diferencia de otros medios, el cine más que buscar informar; se centra en la transmisión de emociones, y como seres sensibles que somos, encontramos una relación que invariablemente afecta nuestro desarrollo en la realidad.

“La llorona” (2019) del director guatemalteco Jayro Bustamante presenta una adaptación de la leyenda popular de terror, en donde nos cuenta como después del juicio por el genocidio maya, el dictador Enrique Monteverde (Julio Díaz) y su familia se encierran en su mansión a partir del asedio de un grupo de manifestantes que se mantienen día y noche vigilantes fuera de su casa. Pasados los días la familia del dictador contrata a Alma (María Mercedes Coroy) como la nueva trabajadora doméstica. Sus rasgos mayas serán suficientes para traer recuerdos y culpas que abren un páramo fantástico.

El guión entrama su relato a partir del dolor social para gestar un reclamo colectivo desde una realidad espantosa que se centra en el genocidio a manos de la milicia guatemalteca en la década de 1980, donde se exterminaron comunidades mayas enteras con masacres sistemáticas que devinieron en más de 200 mil muertos y desaparecidos, sin culpables ni respuestas del Estado. Hasta que en 2013 se dictó la culpabilidad contra el general Efraín Ríos Montt en un juicio histórico, la cual fue posteriormente revocada y murió impunemente, dejando una llaga abierta en el tejido social y en la memoria colectiva de aquel país.

Uno podría creer que esta incorporación de una crítica política y un reclamo social podría ser una decisión riesgosa para una cinta de terror, sin embargo el director y su equipo encuentran la manera más adecuada para aprovecharse de los mecanismos del género por medio de una incorporación innovadora de la leyenda popular sin trivializar la realidad. El tratamiento deambula elegantemente entre el terror, la fantasía y el realismo mágico, en donde crea atmósferas que no busca el susto repentino ni los gritos desbordados, sino que desde la ficción nos invita a mirar los terrores mas universales y reales que podemos enunciar: la perdida de todo derecho humano. 

En los últimos años el cine de terror y fantasía ha plagado las pantallas con historias de reclamo sobre los horrores más cotidianos, mostrando que ese dolor se puede canalizar por medio de la creatividad para emanciparnos por medio de la catarsis. En Latinoamérica, Jayro Bustamante nos ha mostrado en sus trabajos previos su preocupación por explorar los dolores más latentes del contexto guatemalteco contemporáneo, tanto en “Ixcanul” (2015) como en “Temblores” (2019), y ahora en “La llorona” (2019) resaltan el clasismo, la homofobia y el desinterés en los derechos humanos, respectivamente.

El cine de Bustamante se vuelve un megáfono contra las injusticias, propone el cine como un medio de protesta, invita a la reflexión sobre aquellos dolores que hemos normalizado como parte de nuestro devenir, pero sobre todo, mantiene viva la esperanza de que ese dolor no se olvide para que nunca más vuelva a ocurrir algo así.

Después de un exitoso paso por una veintena de festivales y una decena de galardones a nivel mundial este largometraje finalmente llegará a las pantallas de Chetumal en una proyección especial de Árbol Rojo durante el marco del octavo Festival de Cultura del Caribe el sábado 27 de noviembre a las 20 hrs en el Centro Cultural de las Bellas Artes.

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