THE POWER OF THE DOG :

Una revisión del esquema dominante.

 – Por Mauricio Orozco
@Eralvy

El cine funciona como un motor imaginario para explorar nuestros deseos y las pulsiones más dolorosas que más que enseñarnos a vivir la realidad, nos ayuda a comprender lo que nos rodea. 

Después de 12 años desde el estreno de Bright Star (2009), el último largometraje de Jane Campion. La cineasta neozelandesa, esta de regreso con una película que hace cimbrar al cuerpo a partir de su planteamiento, en donde la narrativa se apodera de los sentidos por medio de una reflexión que cuestiona al concepto de masculinidades y familia, el dolor, la venganza y el principio de lo “correcto” como solución frente a la impotencia.

A partir de los elementos culturales y contextuales donde claramente se exponen los dolores y los prejuicios basados en estereotipos que no solo nos afectan en lo individual, sino que se desarrollan bajo una minuciosa revisión que nos lleva a los extremos en los colectivo, se desarrolla la historia de dos hermanos poderosos y acaudalados que a pesar de sus diferencias encuentran un camino para desarrollar sus intenciones aún cuando pueden ser sumamente cuestionables, debido a que no se basan en la ética, sino en la violencia que da forma a esquemas dañinos en los que se centra el discurso. 

The Power of the Dog (2021) es una apuesta fílmica en donde no solamente vemos una Jane Campion refinada y precisa, sino que encontramos un manejo cinematográfico que sin necesidad de acercarse a un dramatismo exagerado la directora encuentra los elementos perfectos para hilar con fuerza una tensión que se mantiene de principio a fin, logrando una expectativa que va en aumento, y usándole como pretexto para suspender al espectador en un limbo que abre cientos de preguntas y no ofrece ninguna respuesta. Y es que este drama se desarrolla en un contexto en donde los límites éticos y morales se sustentan por medio de estereotipos que se engrandecen desde la ejecución formal resaltando la constante búsqueda de la directora, generando desde su amplia filmografía un cuestionamiento potente sobre la representación masculina tóxica y cómo de ello se desprende una representación subyugada como resultado frente a una sociedad que nos ha instruido bajo la mirada patriarcal, aminorando e incluso desapareciendo aquellas diversidades que amplían el abanico de masculinidades menos ensimismadas en los cánones básicos.

Esto se desarrolla con gran detalle a partir de una narración que va cambiando escaños de poder que por sí mismos no se justifican con facilidad pero se resaltan, tratando una vez más, hacer sentir al espectador una fantasía, que toma fuerza gracias a su novedad y la potencia con la que se enfrenta al a los hechos. 

Tanto por medio de las actuaciones, como los temas que se desarrollan y  la forma en que se construye la narración se va privilegiando las decisiones creativas que permiten un desarrollo en donde la música, no solamente funciona como acompañamiento sonoro, sino que desarrolla su propia línea narrativa a partir del uso de elementos del cine Western, apuntalando con potencia esos códigos propios de los machismos con los que se representaban los vaqueros, ayudando a darle un sentido a sus personajes y los prejuicios que plantean sobre la diversidad. 

La cámara es un ente que se mueve delicadamente, generando una descripción que sobrepasa la representación, volviéndose un  elemento más, en donde la directora busca remarcar las acciones que dejan los indicios sobre una violencia confrontada con valentía y entereza, privilegiando la razón sobre la fuerza bruta.

Esta cinta tiene un tratamiento tan cuidadoso y enigmático que nos recuerda la gran fuerza con la que Jane Campion desarrolla historias que no plantean cambiar la realidad de la nada, sino generar un ejercicio ensayístico que justifique lo dañino de la realidad en la que habitamos. 

Desde su presentación en el Festival de Venecia, en donde se coronó con el Premio del León de Oro a la mejor dirección, ha sembrado un camino de reconocimientos, llegando a México con un estreno durante el marco de la edición 19 del Festival Internacional de Cine de Morelia antes de que llegue a Netflix. 



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