LA CAJA :

Una exploración sobre la identidad y la paternidad.

 – Por Mauricio Orozco
@Eralvy

Lorenzo Vigas es un cineasta que ha gestado un planteamiento en donde desde el desarrollo de una reformulación de conceptos cotidianos genera canales que con fuerza y un tratamiento de la realidad, modelan una necesidad por generar una crítica ante los atributos que se desarrollan desde la colectividad. Y es que la obra de Vigas ha tenido una exploración que se desarrollar desde la fragilidad, construyendo universos en donde se prioriza las emociones, sin dejar de articular nuevos modos de construcción en donde las sensaciones se montan en una contracción, claramente más empática que la realidad misma. Sin embargo, el director comienza a usar elementos que desarrollan un tratamiento formal que no solamente plantean todo un postulado emocional, sino que dentro de su narrativa articulan un retrato que busca motivar nuevas búsquedas sobre la identidad, pero sobre todo una oportunidad para engendrar una manera diferente de reivindicar hasta los procesos más complejos de las relaciones sociales.  

En el caso de “La caja”, nos encontramos con un relato en donde la situación contextual se va sobrecargando y poniendo un sin fin de capas en conflictos y reflexiones que nos llevan a una identificación de valores que han provocado que nuestra relación con la realidad tenga una facilidad para el montaje desde la falsedad, priorizando la búsqueda de identidad desde la estética conceptual. Y de esta manera se manipula la realidad, de tal forma que caben nuevas oportunidades para recrear un odio fraternal que se alimenta de conceptos que se centran en lo personal, en donde los procesos que forzosamente se engendran en esta búsqueda de sentido, tienden a ser violentos.

El cine del director venezolano se desarrolla con soltura en una producción que no se arma de artilugios, sino que va acomodando los recuerdos del pasado, y sus ideales a futuro, logrando un mosaico, en donde se arma una narrativa que mira a los recuerdos y elementos propios para engendrar una historia que nos permitan formular una materialización de la soledad desde una pregunta definitoria de la paternidad y sus responsabilidades, siendo además un pretexto para montar el cierre de la trilogía en donde el director se centra en aspectos que nos definen el desmontaje de la paternidad como concepto, ejemplificado a partir de los dolores, la responsabilidad y los recuerdos como conglomerado de relatos falsos que son más un placebo que un estilo de vida.




Esta película que no solamente ha tenido una gran presencia en festivales de cine y la  aceptación de gran parte de la crítica especializada, sino que desde una historia simple que se aúna al contexto nacional, se exploran caminos en donde se condensan líneas que violentan y que perjudican al contexto sociocultural de nuestro país. Y como en cintas previas del director nos encontramos con la revisión y profundización de la figura del padre en una constante propuesta narrativa y estilística que le usa de pretexto para explorar conflictos como la desaparición, las fosas clandestinas, el feminicidio, la ausencia de responsabilidad, y sobre todo, las propiedades del perdón. 

En términos generales, nos encontramos con una propuesta visual que usa el minimalismo de sus elementos para plantear una visión que cierra la trilogía conformada por “Desde allá”, “El vendedor de Orquídeas” y “La caja” de tal manera que no solo vemos cómo se construye el concepto de paternidad, sino todos los conflictos que se materializan al no determinar un concepto que parta desde la empatía. 

La cinta ha recorrido un camino que le ha posicionado como una de las películas más ambiciosas de este año, fomentando una reflexión que desmaterializa la idealización de la paternidad y monta un arquetipo actualizado de la identidad fracturada por los problemas contextuales. Que le valió una nominación al León de Oro a mejor película en la más reciente edición del Festival de Cine de Venecia con un emotivo estreno nacional durante el marco de la decimonovena edición del Festival Internacional de Cine de Morelia. 




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