Fucking with Nobody:

Una mirada personal a la fantasía social

 

 – Por Árbol Rojo

Hablar de la publicitación de lo íntimo y de lo diario conlleva un estudio de las fantasías, los deseos y los vacíos que todos compartimos. Proyectos de este tipo pueden caer en lo vano y superficial —ofreciendo meramente una pincelada de las complejidades humanas—. Fucking with Nobody (2020), sin embargo, encuentra su fuerza más allá de los cómos y por qués secos, muy a pesar de sus propios fallos.

Esta es la historia de Hanna, una directora de cine que, tras perder un proyecto en las manos de su némesis, se embarca junto con sus amigos de contracultura en un experimento social. Hanna finge tener una relación amorosa en sus redes sociales con el fin de parodiar las estructuras tradicionales de una relación, pero esta experiencia acaba exponiendo las verdades más personales de todos los involucrados.

La directora, escritora y actriz finlandesa Hannaleena Hauru tiene un estilo muy particular. Su segundo largometraje —presentado en 2020 en el Festival Internacional de Cine de Venecia— vibra con la autenticidad de un documental, y es que la dirección de Hauru es reminiscente del género. Ella sabe cómo situar al espectador entre las charlas amenas e irreverentes de los amigos, lo que beneficia la narrativa meta de la historia— se trata de una película dentro de una película dentro de una película… muy al estilo Inception (2010), pero con una tesis social. Todo esto es con el fin de imitar la confusión que experimentamos al escrudiñar las constantes narrativas posiblemente-reales-o-no en redes.

La primera hora del filme es, en mi opinión, fantástica. Con el peligro de ser simplemente algo muy personal, los personajes de Hauru y su co-escritor Lasse Poser se sienten sumamente reales y genuinos. Las emociones y los deseos de Hanna y su grupo de amigos son como los de cualquiera de contracultura —la oposición a la ideología establecida por la sociedad—. Y ni siquiera hay que ir tan lejos: el rechazo de las fantasías cómicas que las redes nos venden no es exclusivo de un pensamiento radical. Como el filme señala, no es una actitud de resentir la tecnología y su comercio de añoranzas, simplemente es un estado de reflexión en el que nace la pregunta: ¿qué refleja de mí las fantasías mediáticas?

Fucking with Nobody entiende que referirse al fenómeno de las redes sociales solamente como un intento de fama y vanidad es una mirada simplista del deseo humano. En un mundo que parece estar definido estrictamente por consumidores y creadores, los primeros ven a los segundos como una meta. El solitario idealista ve en redes la imagen de una pareja y los ama porque representan su fantasía, pero él se olvida que del otro lado de la pantalla existe de igual forma un ser humano incompleto.

Hannaleena Hauru no hace ningún juicio moral sobre el tema, simplemente se encarga de señalar aquellas zonas íntimas y olvidadas que nutren de complejidad a la modernidad globalizada. Si bien hay conflicto, el filme no encuadra a nadie como un villano o héroe, solamente los expone como personas que están buscando aquello que les hace falta y ni siquiera entienden del todo.

La concepción de esta idea me parece fantástica, y la manera en la que Hauru la pinta con aspereza y realismo al comienzo del filme es brillante. Sin embargo, creo que la ambición de la directora le hizo una mala jugada. Ella es creativa, sí, y sabía a dónde quería llegar, pero durante el último segmento del camino lo cargó de tantas ideas que todas terminaron viniéndose al suelo. La ejecución dinámica del tema se volvió tan pesada con premisas que no llevan a nada y sólo convirtieron el filme en una experiencia abrumadora.

La cineasta finlandesa es una fuerza increíble, tiene ideas y potenciales a desarrollar que no deben ser ignorados. Inclusive su filme se niega a encasillarse en el género tradicional de la comedia y se adentra en estructuras y recursos no comunes del género. Así Hannaleena Hauru quiere sobre todo deconstruir— quiere que dudemos lo que conocemos como una relación, sexo, amor, feminismo y la realidad misma. Fucking with Nobody es en papel un vistazo crudo e ingenioso a las ponderaciones de cualquier consumidor de redes y, aunque en ejecución la película puede hundirse por la excesiva carga de su mensaje, la cinta es definitivamente una tesis relevante sobre la sociedad actual que vale la pena atender.

Fucking with Nobody forma parte de la Selección Internacional del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF).

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